En el siglo 12 el conde Adolf Von de Berg construyó para su corte y en la cima de una montaña sobre el rio Wupper el castillo Schloss Burg . En aquellos años medievales Berg era el nombre de un estado independiente en la región del norte de alemania actualmente perteneciente a Solingen y que se encontraba por aquel entonces controlada totalmente por la dinastía de los ducados que solo excluían de su control a los estados de Colonia y Munchen regidos por el obispo y arzobispo. La línea real de Berg en medio de épocas de paz y guerra transitó desde las quintas cruzadas hasta el imperio de Napoleón llegando a su final en 1813 con la muerte de Bonaparte.
A la par de tales acontecimientos históricos donde burócratas y duques fueron siempre protagónicos, la construcción arquitectónica tuvo a consecuencia su propia historia. Durante los siglos 13 y 14 los condes de Berg se mantuvieron en el castillo Schloss Burg donde en medio de la guerra de sucesión de linaje, mantuvieron preso al obispo en oposición de la ciudad de Colonia.
En la búsqueda por la expansión territorial y el poder la familia de Berg se traslada hacia Dusseldorf, por lo que el castillo se convierte solamente en una edificación representativa para eventos ceremoniales.
Con la guerra de los 30 años las tropas del imperio sueco en 1632 destruyeron las fortificaciones del castillo y años mas tarde, el mismo, luego de reconstrucciones parciales se utilizó con fines administrativos cayendo nuevamente en ruina hasta 1882 cuando el arquitecto alemán Gerhard Fischer presentó los planos para una restauración total fiel a las huellas de antiguedad de la edificación. Totalmente restaurado en 1920 un incendio destruyó parte del castillo, por lo que una nueva época de reconstrución no permitió el disfrute de la obra hasta 1925.
Actualmente una de las mejores atracciones del viaje al castillo en la montaña lo es el Seilbahn Schloss, una pequeña estación de trasporte por cable que nos hace llegar al museo que hoy se encuentra en el interior del castillo y que recrea con objetos e imágenes epocales la historia antigua de sus tiempos de oro. En medio de las plazas y caminos alrededor de la mole arquitectónica, tambié se erigen pequeños puntos de venta de souvenirs alegóricos y artesanales, así como mini restaurantes y servicios de comida rápida típica alemana.
Como parte de la atracción turística, la plaza reune alrededor de tarimas y sillas, una escenografía rústica que sirve de soporte teatral a pequeñas obras de acontecimientos sociales dentro del antiguo linaje y que muestran al público sus tradiciones y vestuarios como preámbulo de iniciación del recorrido.
Aquí les dejo algunas fotos que para nada logran atrapar todos los detalles pero que pueden encender la chispa de la curiosidad.
Besoosss.
hemos estado en el castillo el miércoles pasado 23 Abril y andar por sus estancias transporta a otra época, como todo hay que vivirlo !!! nos gustó mucho y disfrutamos de buen tiempo!! marian
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